Camagüey:
Fundada en 1515 bajo el nombre de Santa María del Puerto del Príncipe, Camagüey es también conocida como la Ciudad de los Tinajones por la numerosa presencia de estos enormes recipientes de barro cocido, utilizados antaño para almacenar el agua de lluvia y hoy objetos de adorno en jardines, portales y parques. Surgida en un inicio como villa costera, sus habitantes decidieron el traslado tierra adentro para evadir las constantes amenazas de corsarios y piratas, procediendo a su reconstrucción en una extensa llanura que se convirtió rápidamente en asentamiento de familias bien arraigadas a sus tradiciones.
Su arquitectura colonial sobrevive en casonas enrejadas, techos de tejas, portones, patios interiores, plazas, iglesias y callejones, todo ello cargado por la historia de los hechos de la gesta independentista del siglo pasado contra el colonialismo español. Aspectos de esa lucha se muestran a los visitantes en la Casa Natal de Ignacio Agramonte, convertida en museo donde se exponen episodios de la vida de ese ilustre Mayor General del Ejército Libertador, famoso por su intransigencia y valentía.
Dominada por llanuras, la región camagüeyana abarca una superficie de unos 16 mil kilómetros cuadrados, de los cuales más de un centenar corresponden a zonas playeras, lo que aporta a la provincia un enorme potencial para el turismo. En ese entorno destaca un remanso de paz convertido en una playa de 20 kilómetros de extensión llamada Santa Lucía, en la costa norte de la provincia, con los encantos de su silenciosa naturaleza interrumpidos sólo por los gritos de gaviotas y flamencos. Frente a sus costas se extiende la mayor barrera coralina del país con 36 kilómetros de largo, encargada de proteger a la costa de la impetuosa corriente del Canal Viejo de Bahamas y plena de excepcionales sitios para el buceo con fondos abruptos o de canto, túneles y cavernas, esponjas tubulares, corales negros y de alambres, grandes gorgonias y barcos hundidos, estos últimos devenidos refugios de especies marinas.
Embarcaciones y equipos especializados están a disposición de los visitantes en dos centros de buceo y una marina que invitan a conocer el gran azul caribeño en pesca de altura, inmersiones diurnas y nocturnas, además de un sensacional show de tiburones. Por su parte, los amantes de los deportes de mar disponen de motos y bicicletas acuáticas, botes de remos, veleros y catamaranes, complementados por el tiro con arco y la equitación.
Desde Santa Lucía puede visitarse la playa Los Cocos, una cercana laguna que sirve de hábitat a una colonia de flamencos. Un crucero en catamarán lleva a los turistas hasta el cercano cayo Sabinal, el cual se incluye en un Área Protegida de Recursos Naturales junto a los islotes Romano y Guajaba, con una extensión total de 34 651 hectáreas y playas de reconocida calidad como Bonita, Los Pinos y Brava. Desde allí, varias excursiones llevan a los visitantes hacia el canal de entrada a la bahía de Nuevitas, al sudoeste de la playa, un periplo que incluye visita a asentamientos de aves y a las islas Ballenatos, además de incluir en los recorridos a la Sierra de Cubitas, reserva de más de 300 especies vegetales, algunas autóctonas.
Los islotes agrupados en el archipiélago de los Jardines de la Reina, al sur, y parte del llamado Sabana-Camagüey, al norte, complementan la oferta de playas vírgenes y abundante naturaleza para los vacacionistas.